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Piezas de Decoración en Dorado.

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Lo que se dice de la decoración de interiores dorada.

Los medios más populares y de mayor renombre tanto nacionales como internacionales se han pronunciado reiteradamente acerca de la decoración dorada actual y todos sin excepción parecen haber quedado seducidos por su encanto. Esto es lo que dicen.

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Decoración en dorado: el color de siempre con los materiales, formas y texturas más actuales.

Como cualquier cosa sujeta a la moda, la decoración del hogar y el diseño de interiores cambia y se transforma con el tiempo y las capacidades técnicas de cada momento adecuándose a los estilo de vida actuales y a las necesidades y gustos de las generaciones contemporáneas. La renovación siempre está a la orden de día, lo que hoy nos parece adecuado y hermoso, con el tiempo suficiente, es probable que deje de serlo. Para darse cuanta de esto no hace falta ser ningún experto. Nos basta con fijarnos en los salones de esas casas que aparecen en antiguas películas, en esas escenas costumbristas de cuadros pintados en otros tiempos, o incluso; en las imágenes de esas viejas revistas de decoración que siempre aparecen por ahí en los rincones.

La constante de la decoración con dorado.

Sin embargo, una mirada un tanto más profunda, también nos puede indicar todo lo contrario. En lo referido al arte decorativo también puede haber; y de hecho hay, constantes que se repitan una y otra vez a lo largo de la historia. Este es el caso del uso del color dorado. Hay indicios de que ya en tiempo de los antiguos Egipcios, Griegos y Romanos el dorado, que por aquel entonces estaba indisociablemente unido al oro, adquirió una notoriedad en la ornamentación de objetos y espacios que trascendió el mero uso funcional del material, e incluso el místico, ritual o espiritual, que era el que predominaba. De alguna manera el color dorado adquirió notoriedad como elemento decorativo y estético por sí mismo, como una forma de engalanar objetos y espacios y decorar nuestros propios escenarios de vida, siendo éste un fenómeno que se continuaría hasta nuestros días.

Así es que parece que el dorado siempre ha estado ahí presente en la decoración sin importar el periodo. La decoración dorada, el uso del dorado en decoración y el diseño, es sin lugar a dudas uno de los elementos decorativos más antiguos, atemporales y transversales que podemos encontrar.

El cambio en el dorado.

Pero como decíamos al principio, la renovación y el cambio no han dejado de actuar. Hoy en día, gracias a la magia de las mejoras y el avance de la técnica, de eso que llamamos progreso, es posible disponer de diversas versiones de objetos, ya no solamente dorados; sino también de diferentes tonalidades, formas, brillos, texturas e incluso materiales del color de los rayos del sol, y con ello; de un sin fin de elementos decorativos y posibilidades en este color tan particular. Todo lo cual, ha servido para que el dorado vuelva a ser una de las grandes tendencia del momento, reviviendo así su propia y nueva época dorada. Podríamos decir que el dorado es un clásico en la decoración de interiores que nunca pasa de moda, sólo se reinventa.

La decoración en dorado ya no es sinónimos de recargado o snob.

Por otra parte, este cambio también ha afectado a la idea que del dorado tenemos, a la forma en que percibimos el dorado en la decoración y las atribuciones que de él hacemos. Si anteriormente el dorado se asociaba a decoraciones barrocas, un tanto recargadas, opulentas y demasiado ostentosas, es decir; se vinculaba a aspectos más bien negativos o que generaban algún tipo de rechazo, en la actualidad esto ha dejado de ser así.

Gracias a esa capacidad técnica de crear, colorear o bañar de dorado casi cualquier objeto, así como de disociar el color dorado del oro como material, el dorado no sólo se ha generalizado y normalizado en el interiorismo, abriéndose así a todo un mundo de posibilidades, sino que también; ha ampliado su aceptación perdiendo esa carga/lectura negativa que a veces lo acompañaba. Siendo lo mejor de todo esto, que lo ha hecho, sin caer en la vulgaridad y sin dejar de ser cálido, elegante y sofisticado como siempre lo ha sido.

El dorado como un básico en la decoración.

En resumen, hoy en día la decoración dorada es indiscutiblemente un «essential» accesible del que todo el mundo se puede aprovechar. Así lo demuestra la abundancia y variedad de piezas en los catálogos de las grandes marcas y las distribuidoras más relevantes del sector como pueden ser IKEA, Zara Home, El Corte Ingles, Maison du Mond o Westwing, en los que siempre parece haber un lugar asignado para todo tipo de piezas de este color. O como queda patente en la cantidad de resultados, de una no necesariamente esmerada búsqueda, en Pinterest o Instagram.

Tanto es así, tan fundamental y básico, tan aprobado, que el dorado ha pasado a formar parte de casi cualquier estilo de diseño de interiores moderno. Siendo posible, aceptado y aceptable su integración, en cualquier combinación de objetos, líneas, colores o acabados, desde por ejemplo, sobrios estilos minimalistas, escandinavos o Japandi, hasta decoraciones algo más sofisticadas, como puede ser el estilo Glam, el Art Decó o el tan de actualidad estilo Maximalista.

Decorar con dorado, un gran cambio con muy poco.

Algo que sabe bien cualquier interiorista profesional es que para lograr un gran cambio en la decoración no siempre es necesario una redecoración completa de los espacios, a veces con una sutil reordenación de objetos y muebles o la adición de unas pocas piezas bien elegidas y quizás un cambio de pintura, puede ser más que suficiente.

De hecho, en la inmensa mayoría de las veces, exceptuando; claro está, situaciones en las que se empieza de cero con un piso o casa (lienzo) recién adquiridos y vacíos, el buen trabajo en decoración pasa por crear un gran impacto o transformación sin la necesidad de tener que cambiar todos y cada uno de los elementos decorativos y funcionales de un hogar. Además de lo poco sostenible y caro que podría resultar esta práctica, también sería algo que nos limitaría enormemente el disfrute de nuestro vivienda, ya sea porque tendríamos que estar adaptándonos a la nueva decoración continuamente o porque lo evitaríamos por no meternos en grandes proyectos.

Desde otra perspectiva los grandes trabajos en decoración no siempre son lo más común o deseado, todas nosotras sentimos un apego especial por muebles, cuadros y muchos otros elementos que más que decorar nuestro hogar han decorado nuestra vidas; y de los que, por nada del mundo nos querríamos desprender. En este escenario, en el de lograr un cambio considerable invirtiendo no necesariamente mucho, en el de crear una gran diferencia utilizando lo justo y necesario; o con más bien poco, es el contexto en el que la decoración en dorado encuentra todo su sentido y cobra su verdadero valor.

El valor decorativo del dorado.

Una de las grandes cualidades del dorado utilizado en decoración, y por supuesto, también una de sus grandes debilidades si se abusa de él, es la de vestir espacio con apenas unas pinceladas. El dorado, sin importar el material u objeto en que se utilice, posee una gran presencia que se irradia más allá que la de cualquier otro color del espectro cromático, domina los espacios con su brillo, potencia los contrastes y atrapa nuestra atención de manera casi automática, por lo que es más que suficiente en pequeñas dosis bien administradas.

Unas pequeñas piezas aquí y allá, unos delicados ribetes dorados en cojines y cortinas o alfombras junto a una elegante lámina del mismo tono en la pared, unos estratégicos herrajes en los muebles, un par de jarrones con incrustaciones en dorado, tal vez un decisivo espejo con acabados en dorado o un único y gran elemento central, pueden suponer todo un cambio sin alterar de manera considerable toda la decoración de nuestro hogar, y por supuesto; nuestro bolsillo.

En la decoración con dorado, menos es más.

No conviertas tu hogar en un espacio de mal gusto. Un exceso en el uso de dorado puede echar por tierra toda la decoración de tu hogar y trasmitir un mensaje contrario a lo buscado. Es importante tener presente en todo momento que la sobreabundancia de objetos y ornamentos en éste color hace que la decoración se pise entre sí más que se sume. También hay que contar con que con su alcance puede eclipsar otros elementos que queramos resaltar o combinar o simplemente resultar excesivo por sí mismo.

El dorado, ya sea brillante o mate, es un color focal, con una gran presencia y de gran impacto visual y de significado, por lo que su abuso en decoración puede llevar a recargar las atmosferas y hacer que las piezas compitan entre sí por nuestra atención en vez de ofrecer espacios armónicos y cálidos. Todo lo cual puede provocar confusión e incluso abrumar a las personas que viven o transitan los espacios abusivamente decorados en dorado. Además tampoco es cuestión de que nuestra casa acabe pareciendo la de un oligarca ruso con escaso sentido de la estética.

No abuses del dorado:

Así pues, ten en cuenta que siendo un color de lo más agradable en decoración también es uno de los más exigentes y arriesgados. Por todo, la regla fundamental al tratar con este color suele ser la mesura y la sutileza, huye de los «total look» en dorado. Recuerda que siempre hay que ser moderados en su utilización y ante la duda la pauta es no exagerar. No abuses de piezas u ornamentos dorados, ni en lo que respecta a la cantidad ni en lo que se refiere al tamaño. Nuestro consejo es que nunca te olvides de buscar la ligereza y la consonancia en tu decoración. Y si acaso que no te dejes llevar por la famosa fiebre del oro.

Decoración dorada y sus propiedades.

A medio camino entre el amarillo y el ámbar, el dorado es un color que por común no deja de ser sumamente atípico; pues se trata más de una tonalidad, una luz o un reflejo, que de un color en sí. Pero lo mejor de todo, es que esta pigmentación, posee unas propiedades decorativas únicas, que lo hacen un color tan fundamental como insustituible en el diseño de interiores. Entre sus muchas y variadas características se pueden destacar las siguientes.

Luminosidad:

El dorado es un color con una gran capacidad para reflejar o reflectar la luz, lo que lo convierte en el color ideal para aportando brillo y luminosidad a las espacios. Utilizado cerca de fuentes de luz, por ejemplo; colocando un jarrón, un marco o una lámina cerca de la ventana, puede amplificar la iluminación de las estancias y proporcionar una sensación de claridad mayor de la que obtendríamos sin él.

Calidez:

El color dorado es cálido por sí mismo, en diseño de interiores es la clave para asegurarnos un acogedor baño de sol en los espacios. Sus tonos amarillentos nos transportan sin poder evitarlo a tardes de otoño y atmosferas recogidas, casi tangibles, profundas, pero a la vez; delicadas y leves. El resplandor de la luz sobre los objetos dorados acentúa la sensación natural de la luz aportando a los espacios un halo extra de calor y hospitalidad.

Punto Focal:

Los tonos de la gama de los dorados son colores extremadamente focales que atrae todas las miradas haciendo converger nuestra atención en ellos. Esto los convierte a la vez en objetivo y marco de referencia o epicentro desde el cual interpretar o comparar todo el resto de elementos de la decoración, ya sean texturas, líneas, formas u otros colores, por lo que su utilización siempre ha de ser un tanto estratégica y pensada, o lo que es lo mismo; con una idea previa de lo que se quiere conseguir al incorporarla.

Armonizador por sintonía:

El dorado parece tener una gama y un espectro muy definidos en nuestra psicología, lo que hace que aún combinando diferentes tonalidades y texturas en diferentes piezas a lo largo y ancho de una estancia, este color pueda aporta una transversalidad a la decoración de interiores, que casi ningún otro color puede lograr. Esto hace de él un recurso decorativo sin igual para armonizar espacios (y lograr transiciones limpias entre ellos), estilos e incluso; para hacer de hilo conductor entre otras combinaciones de colores, y con ello; proporcionarnos ese grado de consonancia y continuidad que a veces queremos lograr.

Disruptor y complemento de estilos:

Por varias de las características anteriores en combinación, junto al significado emocional y psicológico del propio color, el dorado es un color único a la hora de alterar la esencia de los estilos decorativos así como de cambiar la lectura que de esas decoraciones hacemos, lo que nos permite jugar con ello multiplicando las opciones, y por tanto; la posibilidad de lograr decoraciones aún más personalizadas. Por mencionar unos ejemplos, en decoraciones modernas el dorado aportará un punto de clasicismo o estilo vintage, en las eclécticas añadirá cierta sensación de orden, en las más rústicas contribuirá aportando elegancia, en las industriales añadirá algo de estética, y en decoraciones más minimalistas y frías; participará incorporando la tan necesaria calidez.

Énfasis y Contraste:

El tono dorado es muy útil a la hora de crear contrastes y acentos al combinarlos con otros colores así como de enfatizar tonalidades, esto es así tanto en los tonos más claros y naturales como en los colores más oscuros y artificiales. Las piezas en dorado suele destacar por sobre otros colores lo que hace que se creen diferencias y oposiciones de gama cromática que resultan en una potenciación de los colores en competencia situando a ambos a otro nivel.

Utilizado con un poco de tacto, el dorado hará que los espacios en los que se combinan paletas de colores, sobre todo neutros o terrosos, adquieran una mayor fuerza o prestancia logrando con ello despojarlos de la monotonía y regularidad que los suele acompañar, lo que a su vez se traduce en una mayor contribución de estos colores a la decoración resultante, mientras que, añadido en espacios donde los que predominan son tonos y colores más bien fuertes, la ganancia será en forma de matices realzados, acentos o roturas.

Colores que combinan con dorado en decoración.

El dorado combina con todo, hay infinidad de colores que combinan con el dorado, ya sea por sintonía o por contraste, y no sólo con otros colores; sino con diferentes materiales como la madera, los metales, las cerámicas, el cristal, e incluso; arriesgando un poco, con los plásticos. La única clave a tener en cuenta, y no nos cansaremos de insistir, es usarlos con sensatez y moderación y no excederse con el uso de piezas doradas o con lo recargado de los estampados o pinturas en este tono. Sin embargo en lo que a la combinación de colores se refiere, nuestro consejo es que no excluyas ninguna opción de antemano, y por supuesto; que busques reflejar tu propio estilo sin miedo a aventurarte a diferentes composiciones.

No obstante, como en toda época, hay modas y tendencia en diseño que se adecuan más a los gustos y formas de ver el mundo de unas y otras generaciones, y como no puede ser de otro modo; la de hoy no es diferente en ese sentido y no podemos obviarlas. Así pues te presentamos los colores que más sensación están causando en su combinación con el dorado en el diseño de interiores en la actualidad.

La decoración en dorado y plateado:

Aunque en un primer momento esta combinación de tonos metálicos puede parecer un tanto atrevida lo cierto es que la sobriedad del plateado y la calidez del dorado se complementan de una manera extraordinaria. Así que si tienes la oportunidad no lo dudes, esta combinación te permitirá lograr entornos visualmente elegantes y limpios con una gran sensación de espacio y orden sin dejar de ser acogedores. Si aún así tienes ciertas dudas, prueba ordenando algunas piezas por secciones en vez de entremezclarlas por toda la estancia.

Dorado y blanco combinados:

El blanco y el dorado son dos colores que casan a la perfección y con los que es difícil equivocarse. La neutralidad del blanco hace que sea muy sencillo combinarlo con el dorado; tanto en sus terminaciones más brillantes como en las mates que ofrecen algunos metales martillados. El resultado será una estancia elegante y sofisticada y con una sensación de espacio, ligereza y frescura inigualable. Algo que sin duda puede ser muy conveniente para dormitorios, baños y cocinas donde a veces las dimensiones pueden ser más reducidas y donde no conviene abusar de la carga emocional. Para empezar puede probar a combinar pequeñas piezas doradas sobre fondos de paredes y muebles en blanco o apostar directamente por alguna pieza que integre ambos colores como mesas de centro o aparadores.

Decoración en dorado y negro:

El dorado y el negro son dos colores que se llevan tan bien que parecen destinados a estar juntos, aunque es cierto que para algunas personas el resultado puede ser visualmente intenso. Pese a todo, pocas combinaciones ofrecen ese aire de lujo refinado, carácter y glamur como la que se consigue al combinarlos, además; de forma adicional, nos asegura un grado de atemporalidad y resistencia al paso de las modas excepcional. Una buena elección, que parece estar extendiendo cada vez más, es la de la utilización de papeles pintados o tapices de base negra con motivos dorados para decorar las paredes y el uso de alfombras negras con sutiles estampados en dorado para cubrir los pavimentos.

Combinación de dorado y azul:

Si lo que buscas es estar a la ultima en elegancia, la combinación de dorado con azul es la manera ideal para lograrlo. Cuando estos colores van juntos cooperan para aportan nobleza y distinción a las piezas y espacios que los portan, sin embargo, dependiendo de la gama de azul empleada, se pueden lograr desde diseños con aires de nostalgia y calma, hasta los más modernos y un tanto eléctricos. Con permiso de las combinaciones en cerámicas que nunca pasan de moda, una de las grandes tendencias del momento es la de combinarlos en muebles, dejando el azul para la parte de las maderas y el dorado para la de los herrajes. Otra igual de atractiva pero quizás más fácil de implementar es la de utilizar, cuando no abusar, por qué no, de textiles como cojines y cortinas con delicadas filigranas en dorado.

La decoración en dorado y verde.

Una de las combinaciones de colores más en boga es la del verde, las veces; en tonos esmeralda, y el dorado en cualquiera de sus terminaciones. La armonía y calma, la serenidad que aporta el verde que nos recuerda a densos bosques y profundos océanos, se complementa de forma natural, casi orgánica, con el brillo y la luminosidad del dorado; que nos recuerda a las hojas del final del verano y a rayos de sol. Una de las formas más sinceras y hermosas de aportar el verde a esta combinación es utilizando terciopelos y cristales coloreados, mientras que el aporte del dorado, podría venir indistintamente de metales pulidos o de piezas esmaltadas brillantes.

Materiales que combinan con la decoración dorada.

Como ya apuntamos anteriormente las piezas doradas o con ornamentos o acabados en dorado combinan bien con casi cualquier otro material y textura, por lo que combinarlas es más una cuestión de afinidad y gusto personal que de cualquier rígida norma. Pero no por ello deja de haber combinaciones mejores y peores, e incluso más o menos en tendencia. Es por esto que hemos creído conveniente mostrarte las que están más de moda, aquellas que acaparan todas las portadas y post en el mundo del arte decorativo, o si nos lo permites, algunos de los más bellos y sofisticados maridajes de materiales decorativos y de los que creemos que marcarán la tendencia durante algún tiempo. Esperamos que esto sirva para inspirarte y traerte nuevas ideas.

Decoración en dorado y mármol:

Más allá del antiguo uso restringido a baños, la combinación de mármoles y dorados, por ejemplo en mesas, figuras, jarrones o bandejas, es una de las ultimas sensaciones en el diseño de interiores. Esta conjunción integra de forma única la robustez y la delicadeza haciendo patento aquello de que el todo es más que la suma de las partes y ofreciéndonos un resultado nada menos que espectacular a la vez que moderno.

Combinación de dorado y cristal:

Si bien el enlace entre el cristal y el dorado ya estaba presente en la decoración desde hace mucho tiempo (sobre todo en forma de lámparas). En la actualidad esta unión se ha extendido a todo tipo de muebles y objetos decorativos logrando una divulgación de su exquisitez más allá de lo esperado. Y es que sólo unas pocas combinaciones de materiales alcanzan el grado de afinidad y simpatía que puede exhibir una pieza de cristal envuelta por un sutil armazón de metal dorado.

Decoración en dorado y terciopelo:

El renacimiento del Art-Deco y el estilo Mid Century han vuelto a poner de actualidad el terciopelo en combinación con el dorado, y de no haber sido así; sin lugar a dudas alguien debería haberlo hecho, porque su conexión es indiscutiblemente exquisita. Ambos materiales parecen haberse creado para convivir en sintonía y su combinación es suficiente (es tan distintiva) por sí misma, como para definir todo el estilo decorativo de un espacio.

La decoración en dorado y materiales orgánicos:

Una combinación algo más genérica pero de igual tendencia que las anteriores, es la de combinar el dorado con diferentes materiales orgánicos y productos de cuidada manufactura; como pueden ser la piedra y la madera y productos artesanos derivados de la cestería o la alfarería como el ratán o la terracota. De este enlace tan especial surgen piezas y estilos con una clara intención de contemporaneidad; a la que se le suma un manifiesto gusto por lo tradicional y cuidado, por lo natural y lo simple.

Ideas para una decoración actual en dorado.

Si lo que estás buscando es algo de inspiración, aquí te presentamos de forma concisa algunas buenas ideas que puedes poner en práctica en tu decoración con dorado.

• Elige un material y un color dominante y utilizar el dorado como matiz y complemento.
• Incorpora el dorado en tiradores, griferías y herrajes.
• Procura no descuidar los textiles con filigranas y sutiles acabados en dorado.
• Integra materiales orgánicos como madera, terracota, piedra, ratán, etc., con metales dorados.
• Una opción muy interesante es la de combinar plantas y elementos naturales a la decoración dorada.
• Apuesta por elementos dorados de líneas curvas y sinuosas de estilo moderno.
• Juega con los diferentes acabados del dorado (cepillado, brillante, envejecido, martillado).
• Crea zonas o espacios dedicados al dorado y mantén el resto de la estancia inalterada.
• No tengas miedo de mezclar objetos antiguos en dorado con algunos más contemporáneos.

¿Cómo incorporar el dorado a la decoración?

• Empieza por lo más sencillo, añade elementos pequeños en vez de comenzar por los más grandes.
• El dorado es un color exigente que demanda de una planificación anticipada del proyecto decorativo, requiere de una intención decorativa tras cada incorporación. El truco es adecuar la pieza o elemento a la decoración y estilo y no al contrario (no forzarlo).
• Haz uso de una cantidad adecuada, ni tan poco que pase desapercibido ni tanto que se vuelva recargado. Utiliza o una gran pieza central o varios elementos pequeños como acento.
• Crea secciones o espacios destinados al dorado dentro de una estancia (encima de una mesa auxiliar o consola, en la repisa de una chimenea, etc).